Poca agua, turbia y cara: el calor está por llegar y la Cuenca sigue padeciendo el deficiente servicio de la SCPLDesde hace unas tres semanas, el suministro de agua de Comodoro Rivadavia se ve interrumpido periódicamente por turbiedad a raíz de los deshielos tempranos y la capacidad limitada de la maquinaria de potabilización. En este caso, primó la variable incontrolable del clima. Sin embargo, cuando no es la turbiedad, el servicio es afectado por otras cuestiones ligadas a la falta de planificación, como las roturas históricas de los acueductos 66' y 99', que esperan la obra de repotenciación desde 2013. Sobre los problemas de base -por falta de planificación y mantenimiento- se ensayan respuestas de corto plazo que no hacen más que complejizar el escenario, lejos de proponer soluciones definitivas.
Dos obras obsoletas
El crecimiento exponencial de la ciudad petrolera llevó a que el 15 de mayo 1966 se inaugurara el primer acueducto Lago Musters-Comodoro Rivadavia, tras años de reclamos por parte de una comunidad que no tenía garantizado el acceso a un servicio básico.
El continuo aumento poblacional en los próximos años reveló la insuficiencia de la primera obra, por lo que el 4 de diciembre de 1999 se inauguró un nuevo acueducto que prometía solventar la obsolescencia de acueducto 66'. De esta manera, se aseguró el suministro de agua potable a Sarmiento, Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Caleta Olivia.
Sin embargo, registró deficiencias desde los primeros años, ya que no se realizaron los trabajos necesarios de protección catódica para evitar la corrosión de los caños que hoy -24 años después- ponen en riesgo la prestación de un recurso esencial. La solución a largo plazo es cambiar completamente el tramo afectado por la corrosión.
El tramo crítico consta de unos 41 km entre Cerro Negro y Valle Hermoso; el recambio de caños sólo de esa parte demanda unos 14 mil millones de pesos (según estimaciones del 2023). Hasta hace poco, no se había avanzado en la elevación de proyectos ni en la licitación, y aunque Provincia firmó un Convenio con Nación que otorga partidas presupuestarias para avanzar con obras fundamentales -entre ellas la repotenciación del acueducto-, por el momento nada es seguro y la postal parece repetirse una y otra vez.
La esperada repotenciación
En 2013, se adjudicó la obra de repotenciación del acueducto Lago Musters-Comodoro, con una inversión de 329 millones por parte del Gobierno nacional y un plazo de finalización de tres años. La previsión es que, con esa obra, la cantidad de agua potabilizada del Musters incrementaría en un 40%, al posibilitar la suma de unos 2.000 metros cúbicos/hora de caudal adicional a la distribución y llevar la capacidad a un total de 7.000 cúbicos/hora.
A más de diez años de la licitación de esa obra, el avance está lejos de ser el esperado, tras sufrir constantes paralizaciones y una causa judicial de por medio, ya que en 2016 la Oficina Anticorrupción denunció un sobreprecio de unos 100 millones, además de otras irregularidades como mecanismos de contrataciones irregulares; factores que no hicieron más que ralentizar aún más una obra clave.
Emergencia Hídrica
En 2023 la situación se tornó crítica: el acueducto registró hasta 5 roturas en tres días -dos en la traza del acueducto viejo del 66' y tres en el tramo más crítico del acueducto del 99'- lo que derivó en cortes de agua prolongados en las cuatro localidades a las que abastece. Además, este panorama provocó pérdidas importantes de recurso y obligó al entonces gobernador Mariano Arcioni a declarar la Emergencia Hídrica en el sur de la provincia.
Grandes averías en el tramo más crítico -comprendido entre Cerro Negro y Valle Hermoso- interrumpió el bombeo de agua y volvió a poner en escena local la problemática histórica del acueducto. Ese tramo en particular soportó el 80% de las numerosas roturas en las últimas dos décadas.
"Cada vez que se produce una rotura se pierde agua, se humedece toda el área, se perfora y se pone otro caño que se suelda. El trabajo culminado lleva un trabajo de compactación hasta que se llega a la superficie", precisó Gerardo Couto -entonces Gerente de Recursos Hídricos de la SCPL -en diálogo con medios locales.
"Nos encontramos con 41 kilómetros que tienen un sinnúmero de intervenciones con diferentes caños, se está generando rigidez en algo que tiene que tener pequeños movimientos, sumado a la compactación del suelo diferente a la regional. En sus primeros años, al acueducto nuevo no se lo cuidó y sufrió el problema de la corrosión. Estamos tratando de frenar lo que pasa ahora, pero el deterioro que está hecho ya está", enfatizó.
Entre reclamos ciudadanos, arreglos que no daban abasto y explicaciones institucionales y técnicas, las ciudades abastecidas por el acueducto estuvieron una semana sin agua potable.
La solución llegó, pero no fue barata ni definitiva. Las reparaciones permitieron la reanudación del servicio a las localidades, con la certeza de que se trataba apenas de un parche sobre un problema estructural. El costo promedio de cada reparación como esa rondaba, en 2023, en los 24 millones de pesos, según precisó Ezequiel Suazo -gerente general de la SCPL- a Infobae.
"Cada uno de los caños que se utiliza en la reparación son caños metálicos de un metro diez de diámetro, una chapa de por lo menos doce milímetros de espesor, dependiendo de la zona donde está el acueducto", agregó y explicó que el proceso de construcción de un caño telescópico necesario para las reparaciones agrega un costo adicional de aproximadamente 15 millones de pesos.
A esto se le suma la pérdida del recurso -estimada en 30 millones de litros de agua- y la complejidad operativa de las obras.
Suazo sugirió entonces contar con un presupuesto de emergencia de 700 millones de pesos para obras de mitigación: "Con el suministro de caños contemplados para un año agotado en una sola semana, y con la necesidad de garantizar el abastecimiento de agua durante los próximos veranos, la urgencia de fondos y acciones adicionales resulta urgente", agregó.
Frente a este panorama, el gobernador Mariano Arcioni declaró la Emergencia Hídrica en el área sur de Chubut, lo que implicaba diez obras clave en colaboración entre la SCPL y el Ministerio de Infraestructura, Energía y Planificación, y un presupuesto que rondaba los 15 mil millones de pesos.
La estimación era de unos 5 a 6 años para la ejecución del plan, con el objetivo de extender la vida útil del acueducto al menos por 20 años más. Las obras fundamentales eran el recambio de los 40 kilómetros conflictivos del acueducto nuevo, la electrificación de motores y la construcción de cisternas en Valle Hermoso.
"Se espera que estas medidas, una vez completadas, brinden una solución a largo plazo para garantizar la estabilidad y eficiencia del sistema de acueductos en Comodoro Rivadavia y sus localidades cercanas. Mientras tanto, la provincia declara la emergencia para atender la situación actual", expresaron desde el gobierno provincial en ese momento.
En 2020, el intendente de Comodoro, Juan Pablo Luque, firmó el reinicio de la obra de repotenciación, en el marco de negociaciones con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el vicejefe de asesores del presidente, Julián Leunda, y el Ente Nacional de Obras Hídricas y de Saneamiento (ENOHSA)
"Es la obra más esperada no solo por Comodoro sino por toda la región, por lo cual considero que es un logro regional muy importante", señaló Luque. Del 2020 a la fecha se asignaron fondos del Gobierno nacional pero no hubo avances. La paralización de la obra provoca que en cada reinicio las partidas necesarias aumenten considerablemente, a raíz de la inflación, sin contar lo que debe destinarse a los arreglos constantes y las obras de mitigación.
Aumento acelerado del consumo
En noviembre de 2021, en el marco del anuncio del ya esperado cronograma de cortes del verano, integrantes del área técnica de la SCPL enfatizaron que en los últimos años el consumo de agua se incrementó en un 10% y 15%, con Comodoro Rivadavia a la cabeza, en línea con la tendencia que se venía registrando años anteriores. El uso de piletas y los domicilios que cuentan con dos o tres tanques de reserva fueron identificados como los principales factores ciudadanos que inciden en la necesidad de cortes constantes durante el verano, sumado a las obras pendientes de repotenciación del acueducto.
El entonces gerente de Recursos Hídricos, Adolfo Carrizo, explicó que el consumo de agua se incrementó entre un 10% y 15% en los últimos dos o tres años: "Quizás no sea por un crecimiento poblacional sino más que nada porque tenemos un gran problema que es que no cuidamos el agua. Tenemos un consumo per cápita muy importante y eso hace que, diariamente, perdamos mucha agua".
"En la vía pública no tenemos un exceso de rotura o averías en la ciudad, que está bastante ‘seca' y trabajamos todos los días para no tener pérdidas en diferentes puntos. Ya sea de agua potable o cloacas, que por ahí se producen derrames en algunos puntos. Además, han crecido mucho las zonas de chacras. Antes teníamos Kilómetro 17 y ahora tenemos Kilómetro 18 al lado y es tan importante como Kilómetro 17 y se van nutriendo de los mismos acueductos que tenemos en la zona norte", detalló.
"Las piletas son el gran problema, porque se vacían y cambian el agua diariamente. Las piletas grandes no tienen ese problema porque tienen un sistema que van trabajando con el agua y que no tiene esos inconvenientes. Pero con las famosas Pelopincho vemos que tiran mucha agua y cada vez que cambian el agua son 5 o 6 metros cúbicos dependiendo de la capacidad que tenga. Eso nos trae aparejado que hay gente que no lo cuida y lo cambia diariamente. Hoy la usan, la tiran y mañana la vuelven a llenar de nuevo", remarcó.
Estos números marcan un fuerte aumento de una tendencia ya existente: un informe de El Extremo Sur de 2018 indicaba que a partir del 2000 las cuatro ciudades abastecidas por el acueducto habían aumentado el consumo de agua en un 39%, pasando de 23,7 millones de metros cúbicos anuales y llegando en el 2017 a los 32,9 millones. Sarmiento y Rada Tilly se encontraban entre las localidades con los incrementos más elevados, mientras que Caleta Olivia registraba una cantidad medianamente estable de consumo en los últimos 18 años.
La industria petrolera en la mira
Si bien el consumo domiciliario complica el abastecimiento frente a un panorama poblacional cada vez más denso, el uso del recurso hídrico por parte de las empresas petroleras también ha estado en la mira, sobre todo por la falta de datos concretos y fiables de qué volumen se destina a la recuperación secundaria de crudo (una técnica de la industria que consiste en la inyección de agua en los pozos para remover el petróleo más adherido a las rocas).
En 2011, en el marco de una de las múltiples emergencias hídricas que han sufrido las localidades patagónicas abastecidas por el Musters, este tema estuvo en el centro del debate. De acuerdo a los datos de la SCPL de ese año, los yacimientos petroleros registraban un consumo de 1,3 millones de litros diarios.
Marcos López, entonces gerente de Saneamiento del organismo, detalló que la mayor parte del recurso se entrega para consumo humano, que sería de unos 450 litros diarios por habitante. Los datos brindados por López mostraron que el acueducto aporta 120 mil m3 por día para Comodoro, Rada Tilly y Caleta Olivia, a lo que debe restarse los 40 mil m3 destinados para la industria petrolera.
YPF fue una de las empresas en la mira, sobre todo por el uso del agua para tareas industriales a través de un acueducto en el codo del río Senguer.
"En el caso del río Senguer (provincia de Chubut) y en Santa Cruz, Repsol aprovecha esta agua a través de un acueducto inmenso en lo que se denomina el codo del río Senguer para utilizarla en la recuperación secundaria del petróleo, algo que no está permitido ya que se debería usar agua reciclada o no potable. Este río es de Chubut; nace en la cordillera y desagua en el valle de Colonia Sarmiento, pero en una parte hace una curva y entra en Santa Cruz. Allí parece radicar uno de los mayores y menos debatidos conflictos", expresaba un informe del 2008 elaborado por El Observatorio de Empresas Transnacionales, del Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos.
Según la SCPL, el 70% del agua que sale del acueducto se distribuye a los usuarios residenciales, el 20% a la actividad comercial y el 10% restante a la industria. La falta de trasparencia y datos sobre el uso industrial de un recurso crítico en la región no hizo más que recrudecerse en los últimos años.
La situación actual
A principios de este mes, un grupo de vecinos denunció una presunta rotura del acueducto en el camino a Caleta Olivia, durante una caminata al refugio "Los Aventureros".
"Reiteradamente sufrimos cortes de agua y es lamentable que haya pérdidas de este tipo, considerando que el problema del agua en Comodoro y la región es histórico", explicó uno de los vecinos a los medios, y detalló que "el agua que fluía era potable y preocupa el desperdicio en una región que enfrenta problemas recurrentes de suministro".
Si bien no se confirmó, evidencia la preocupación latente de la población frente a la emergencia hídrica que sufre la ciudad y las localidades aledañas desde hace décadas, y la necesidad de avanzar tanto en medidas de mitigación como en soluciones estructurales.
Meses atrás, el actual intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili, expresó su preocupación ante la falta de obra pública de Nación, sobre todo para este tipo de situaciones a gran escala a las que ni el municipio ni la provincia han podido dar respuesta en los últimos años.
"Nos sacaron algo que era fundamental, la obra pública con fondos nacionales, son fondos que nos corresponden, no es que nos los daban como subsidios", enfatizó el mandatario comunal.
"Hoy las obras hídricas que teníamos adjudicadas, licitadas y con el anticipo de obra se pararon y se cortaron, nos avisaron que no iba a haber financiamiento para eso. Hoy estamos sin ninguna obra nacional con fondos nacionales en Comodoro Rivadavia", subrayó.
"Tratamos con el Gobierno provincial de hacerle ver a Nación que es indispensable y esencial que aporte los fondos para las obras públicas esenciales, porque son fondos que nos corresponden", agregó, y no descartó ir a la Justicia para garantizar las obras.
En este sentido, a finales de mayo el Gobierno de Chubut firmó un convenio con Nación para avanzar con saldos pendientes para retomar 13 obras clave en la región. Se trata de 100 mil millones de pesos que serían destinados, entre otras cosas, para la doble trocha Comodoro-Caleta, el azud del Lago Fontana y la parte final de la repotenciación del acueducto del Lago Musters.
El aumento acelerado del consumo, el uso de la industria petrolera, la falta de planificación y en el último tiempo las inclemencias climáticas han acelerado una problemática cada vez más grave.
Las aguas bajan turbias: Comodoro, otra vez en manos del clima
Hasta hace poco más de un mes, lo esperado eran los cortes periódicos durante el verano. Ahora se suma el problema de la turbiedad del agua, lo que provoca que en pleno invierno la población de Comodoro y los alrededores tampoco cuente con un servicio constante de este recurso. La falta de agua, más que la excepción, se convirtió en la norma.
Desde hace unas tres semanas, el suministro de agua de Comodoro Rivadavia se ve interrumpido periódicamente por turbiedad a raíz de los deshielos tempranos y la capacidad limitada de la maquinaria de potabilización. En este caso, primó la variable incontrolable del clima. Sin embargo, cuando no es la turbiedad, el servicio es afectado por otras cuestiones ligadas a la falta de planificación, como las roturas históricas de los acueductos 66' y 99', que esperan la obra de repotenciación desde 2013. Sobre los problemas de base -por falta de planificación y mantenimiento- se ensayan respuestas de corto plazo que no hacen más que complejizar el escenario, lejos de proponer soluciones definitivas.
Dos obras obsoletas
El crecimiento exponencial de la ciudad petrolera llevó a que el 15 de mayo 1966 se inaugurara el primer acueducto Lago Musters-Comodoro Rivadavia, tras años de reclamos por parte de una comunidad que no tenía garantizado el acceso a un servicio básico.
El continuo aumento poblacional en los próximos años reveló la insuficiencia de la primera obra, por lo que el 4 de diciembre de 1999 se inauguró un nuevo acueducto que prometía solventar la obsolescencia de acueducto 66'. De esta manera, se aseguró el suministro de agua potable a Sarmiento, Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Caleta Olivia.
Sin embargo, registró deficiencias desde los primeros años, ya que no se realizaron los trabajos necesarios de protección catódica para evitar la corrosión de los caños que hoy -24 años después- ponen en riesgo la prestación de un recurso esencial. La solución a largo plazo es cambiar completamente el tramo afectado por la corrosión.
El tramo crítico consta de unos 41 km entre Cerro Negro y Valle Hermoso; el recambio de caños sólo de esa parte demanda unos 14 mil millones de pesos (según estimaciones del 2023). Hasta hace poco, no se había avanzado en la elevación de proyectos ni en la licitación, y aunque Provincia firmó un Convenio con Nación que otorga partidas presupuestarias para avanzar con obras fundamentales -entre ellas la repotenciación del acueducto-, por el momento nada es seguro y la postal parece repetirse una y otra vez.
La esperada repotenciación
En 2013, se adjudicó la obra de repotenciación del acueducto Lago Musters-Comodoro, con una inversión de 329 millones por parte del Gobierno nacional y un plazo de finalización de tres años. La previsión es que, con esa obra, la cantidad de agua potabilizada del Musters incrementaría en un 40%, al posibilitar la suma de unos 2.000 metros cúbicos/hora de caudal adicional a la distribución y llevar la capacidad a un total de 7.000 cúbicos/hora.
A más de diez años de la licitación de esa obra, el avance está lejos de ser el esperado, tras sufrir constantes paralizaciones y una causa judicial de por medio, ya que en 2016 la Oficina Anticorrupción denunció un sobreprecio de unos 100 millones, además de otras irregularidades como mecanismos de contrataciones irregulares; factores que no hicieron más que ralentizar aún más una obra clave.
Emergencia Hídrica
En 2023 la situación se tornó crítica: el acueducto registró hasta 5 roturas en tres días -dos en la traza del acueducto viejo del 66' y tres en el tramo más crítico del acueducto del 99'- lo que derivó en cortes de agua prolongados en las cuatro localidades a las que abastece. Además, este panorama provocó pérdidas importantes de recurso y obligó al entonces gobernador Mariano Arcioni a declarar la Emergencia Hídrica en el sur de la provincia.
Grandes averías en el tramo más crítico -comprendido entre Cerro Negro y Valle Hermoso- interrumpió el bombeo de agua y volvió a poner en escena local la problemática histórica del acueducto. Ese tramo en particular soportó el 80% de las numerosas roturas en las últimas dos décadas.
"Cada vez que se produce una rotura se pierde agua, se humedece toda el área, se perfora y se pone otro caño que se suelda. El trabajo culminado lleva un trabajo de compactación hasta que se llega a la superficie", precisó Gerardo Couto -entonces Gerente de Recursos Hídricos de la SCPL -en diálogo con medios locales.
"Nos encontramos con 41 kilómetros que tienen un sinnúmero de intervenciones con diferentes caños, se está generando rigidez en algo que tiene que tener pequeños movimientos, sumado a la compactación del suelo diferente a la regional. En sus primeros años, al acueducto nuevo no se lo cuidó y sufrió el problema de la corrosión. Estamos tratando de frenar lo que pasa ahora, pero el deterioro que está hecho ya está", enfatizó.
Entre reclamos ciudadanos, arreglos que no daban abasto y explicaciones institucionales y técnicas, las ciudades abastecidas por el acueducto estuvieron una semana sin agua potable.
La solución llegó, pero no fue barata ni definitiva. Las reparaciones permitieron la reanudación del servicio a las localidades, con la certeza de que se trataba apenas de un parche sobre un problema estructural. El costo promedio de cada reparación como esa rondaba, en 2023, en los 24 millones de pesos, según precisó Ezequiel Suazo -gerente general de la SCPL- a Infobae.
"Cada uno de los caños que se utiliza en la reparación son caños metálicos de un metro diez de diámetro, una chapa de por lo menos doce milímetros de espesor, dependiendo de la zona donde está el acueducto", agregó y explicó que el proceso de construcción de un caño telescópico necesario para las reparaciones agrega un costo adicional de aproximadamente 15 millones de pesos.
A esto se le suma la pérdida del recurso -estimada en 30 millones de litros de agua- y la complejidad operativa de las obras.
Suazo sugirió entonces contar con un presupuesto de emergencia de 700 millones de pesos para obras de mitigación: "Con el suministro de caños contemplados para un año agotado en una sola semana, y con la necesidad de garantizar el abastecimiento de agua durante los próximos veranos, la urgencia de fondos y acciones adicionales resulta urgente", agregó.
Frente a este panorama, el gobernador Mariano Arcioni declaró la Emergencia Hídrica en el área sur de Chubut, lo que implicaba diez obras clave en colaboración entre la SCPL y el Ministerio de Infraestructura, Energía y Planificación, y un presupuesto que rondaba los 15 mil millones de pesos.
La estimación era de unos 5 a 6 años para la ejecución del plan, con el objetivo de extender la vida útil del acueducto al menos por 20 años más. Las obras fundamentales eran el recambio de los 40 kilómetros conflictivos del acueducto nuevo, la electrificación de motores y la construcción de cisternas en Valle Hermoso.
"Se espera que estas medidas, una vez completadas, brinden una solución a largo plazo para garantizar la estabilidad y eficiencia del sistema de acueductos en Comodoro Rivadavia y sus localidades cercanas. Mientras tanto, la provincia declara la emergencia para atender la situación actual", expresaron desde el gobierno provincial en ese momento.
En 2020, el intendente de Comodoro, Juan Pablo Luque, firmó el reinicio de la obra de repotenciación, en el marco de negociaciones con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el vicejefe de asesores del presidente, Julián Leunda, y el Ente Nacional de Obras Hídricas y de Saneamiento (ENOHSA)
"Es la obra más esperada no solo por Comodoro sino por toda la región, por lo cual considero que es un logro regional muy importante", señaló Luque. Del 2020 a la fecha se asignaron fondos del Gobierno nacional pero no hubo avances. La paralización de la obra provoca que en cada reinicio las partidas necesarias aumenten considerablemente, a raíz de la inflación, sin contar lo que debe destinarse a los arreglos constantes y las obras de mitigación.
Aumento acelerado del consumo
En noviembre de 2021, en el marco del anuncio del ya esperado cronograma de cortes del verano, integrantes del área técnica de la SCPL enfatizaron que en los últimos años el consumo de agua se incrementó en un 10% y 15%, con Comodoro Rivadavia a la cabeza, en línea con la tendencia que se venía registrando años anteriores. El uso de piletas y los domicilios que cuentan con dos o tres tanques de reserva fueron identificados como los principales factores ciudadanos que inciden en la necesidad de cortes constantes durante el verano, sumado a las obras pendientes de repotenciación del acueducto.
El entonces gerente de Recursos Hídricos, Adolfo Carrizo, explicó que el consumo de agua se incrementó entre un 10% y 15% en los últimos dos o tres años: "Quizás no sea por un crecimiento poblacional sino más que nada porque tenemos un gran problema que es que no cuidamos el agua. Tenemos un consumo per cápita muy importante y eso hace que, diariamente, perdamos mucha agua".
"En la vía pública no tenemos un exceso de rotura o averías en la ciudad, que está bastante ‘seca' y trabajamos todos los días para no tener pérdidas en diferentes puntos. Ya sea de agua potable o cloacas, que por ahí se producen derrames en algunos puntos. Además, han crecido mucho las zonas de chacras. Antes teníamos Kilómetro 17 y ahora tenemos Kilómetro 18 al lado y es tan importante como Kilómetro 17 y se van nutriendo de los mismos acueductos que tenemos en la zona norte", detalló.
"Las piletas son el gran problema, porque se vacían y cambian el agua diariamente. Las piletas grandes no tienen ese problema porque tienen un sistema que van trabajando con el agua y que no tiene esos inconvenientes. Pero con las famosas Pelopincho vemos que tiran mucha agua y cada vez que cambian el agua son 5 o 6 metros cúbicos dependiendo de la capacidad que tenga. Eso nos trae aparejado que hay gente que no lo cuida y lo cambia diariamente. Hoy la usan, la tiran y mañana la vuelven a llenar de nuevo", remarcó.
Estos números marcan un fuerte aumento de una tendencia ya existente: un informe de El Extremo Sur de 2018 indicaba que a partir del 2000 las cuatro ciudades abastecidas por el acueducto habían aumentado el consumo de agua en un 39%, pasando de 23,7 millones de metros cúbicos anuales y llegando en el 2017 a los 32,9 millones. Sarmiento y Rada Tilly se encontraban entre las localidades con los incrementos más elevados, mientras que Caleta Olivia registraba una cantidad medianamente estable de consumo en los últimos 18 años.
La industria petrolera en la mira
Si bien el consumo domiciliario complica el abastecimiento frente a un panorama poblacional cada vez más denso, el uso del recurso hídrico por parte de las empresas petroleras también ha estado en la mira, sobre todo por la falta de datos concretos y fiables de qué volumen se destina a la recuperación secundaria de crudo (una técnica de la industria que consiste en la inyección de agua en los pozos para remover el petróleo más adherido a las rocas).
En 2011, en el marco de una de las múltiples emergencias hídricas que han sufrido las localidades patagónicas abastecidas por el Musters, este tema estuvo en el centro del debate. De acuerdo a los datos de la SCPL de ese año, los yacimientos petroleros registraban un consumo de 1,3 millones de litros diarios.
Marcos López, entonces gerente de Saneamiento del organismo, detalló que la mayor parte del recurso se entrega para consumo humano, que sería de unos 450 litros diarios por habitante. Los datos brindados por López mostraron que el acueducto aporta 120 mil m3 por día para Comodoro, Rada Tilly y Caleta Olivia, a lo que debe restarse los 40 mil m3 destinados para la industria petrolera.
YPF fue una de las empresas en la mira, sobre todo por el uso del agua para tareas industriales a través de un acueducto en el codo del río Senguer.
"En el caso del río Senguer (provincia de Chubut) y en Santa Cruz, Repsol aprovecha esta agua a través de un acueducto inmenso en lo que se denomina el codo del río Senguer para utilizarla en la recuperación secundaria del petróleo, algo que no está permitido ya que se debería usar agua reciclada o no potable. Este río es de Chubut; nace en la cordillera y desagua en el valle de Colonia Sarmiento, pero en una parte hace una curva y entra en Santa Cruz. Allí parece radicar uno de los mayores y menos debatidos conflictos", expresaba un informe del 2008 elaborado por El Observatorio de Empresas Transnacionales, del Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos.
Según la SCPL, el 70% del agua que sale del acueducto se distribuye a los usuarios residenciales, el 20% a la actividad comercial y el 10% restante a la industria. La falta de trasparencia y datos sobre el uso industrial de un recurso crítico en la región no hizo más que recrudecerse en los últimos años.
La situación actual
A principios de este mes, un grupo de vecinos denunció una presunta rotura del acueducto en el camino a Caleta Olivia, durante una caminata al refugio "Los Aventureros".
"Reiteradamente sufrimos cortes de agua y es lamentable que haya pérdidas de este tipo, considerando que el problema del agua en Comodoro y la región es histórico", explicó uno de los vecinos a los medios, y detalló que "el agua que fluía era potable y preocupa el desperdicio en una región que enfrenta problemas recurrentes de suministro".
Si bien no se confirmó, evidencia la preocupación latente de la población frente a la emergencia hídrica que sufre la ciudad y las localidades aledañas desde hace décadas, y la necesidad de avanzar tanto en medidas de mitigación como en soluciones estructurales.
Meses atrás, el actual intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili, expresó su preocupación ante la falta de obra pública de Nación, sobre todo para este tipo de situaciones a gran escala a las que ni el municipio ni la provincia han podido dar respuesta en los últimos años.
"Nos sacaron algo que era fundamental, la obra pública con fondos nacionales, son fondos que nos corresponden, no es que nos los daban como subsidios", enfatizó el mandatario comunal.
"Hoy las obras hídricas que teníamos adjudicadas, licitadas y con el anticipo de obra se pararon y se cortaron, nos avisaron que no iba a haber financiamiento para eso. Hoy estamos sin ninguna obra nacional con fondos nacionales en Comodoro Rivadavia", subrayó.
"Tratamos con el Gobierno provincial de hacerle ver a Nación que es indispensable y esencial que aporte los fondos para las obras públicas esenciales, porque son fondos que nos corresponden", agregó, y no descartó ir a la Justicia para garantizar las obras.
En este sentido, a finales de mayo el Gobierno de Chubut firmó un convenio con Nación para avanzar con saldos pendientes para retomar 13 obras clave en la región. Se trata de 100 mil millones de pesos que serían destinados, entre otras cosas, para la doble trocha Comodoro-Caleta, el azud del Lago Fontana y la parte final de la repotenciación del acueducto del Lago Musters.
El aumento acelerado del consumo, el uso de la industria petrolera, la falta de planificación y en el último tiempo las inclemencias climáticas han acelerado una problemática cada vez más grave.
Las aguas bajan turbias: Comodoro, otra vez en manos del clima
Hasta hace poco más de un mes, lo esperado eran los cortes periódicos durante el verano. Ahora se suma el problema de la turbiedad del agua, lo que provoca que en pleno invierno la población de Comodoro y los alrededores tampoco cuente con un servicio constante de este recurso. La falta de agua, más que la excepción, se convirtió en la norma.